Habían pasado sólo dos días desde que Kagome se había marchado a su época por el pozo sagrado y Sango, Miroku, Inuyasha, Kirara y Shippou se encontraban reunidos en la choza de la anciana Kaede, que se había marchado en busca de algunas hierbas para la cena.
Inuyasha: (furioso) ¡A ver a qué hora regresa esa mujer! Si seguimos a éste ritmo Naraku reunirá todos los fragmentos y no podremos hacer nada para detenerlo...
Miroku: Paciencia Inuyasha, la señorita Kagome merece unos días de paz junto a su familia, además es lógico que extrañe a su madre, al fin y al cabo es muy joven.
Shippou: (Subiéndose a la cabeza del hombre mitad bestia) Yo digo que Inuyasha extraña a Kagome, pero es tan cabezota que no quiere admitirlo, ¿No es cierto Inuyasha? ¿No es cierto que ansías verla y abrazarla?
Inuyasha: (Lo toma con sus garras y le da un puñetazo en la cabeza que rápidamente se infla como globo) ¡Ya cállate! ¡Sabes tan bien como yo que lo que más importa es conseguir los fragmentos de la perla y no podemos hacerlo sin Kagome!
Sango: Ya déjalo Shippou, aunque así fuera jamás lo admitiría... Ven, vayamos a dar un paseo Kirara. Sango se había levantado y la pequeña gatita había saltado a sus brazos cuando todos miran a Inuyasha, pero él les devuelve la mirada con expresión enfadada
Shippou y Miroku: ¡Aguarda, vamos contigo!
Inuyasha: (pensando) Kagome, por favor regresa. Espero que nada te haya sucedido, hace ya dos días que te marchaste. Juntos debemos recolectar los fragmentos de la poderosa Shikon no Tama (Perla de Shikon), que se dividió en muchísimos fragmentos cuando intentabas protegerla de las garras de ese cuervo de la muerte.Pero debemos enfrenarnos a Naraku, un demonio mitad humano que provocó la muerte de Kikyo, que me había sellado con una flecha debido a los engaños de ese ser, que ahora tambien busca tener la perla en su poder para transformarse en un demonio completo y así aniquilarnos a todos. Deseo matarlo, vengar a Kikyo, la sacerdotiza que amaba y de quien has reencarnado . Aún así..., Kagome, no soporto estar lejos de ti por mucho tiempo. Desde que me liberaste de aquel sello hasta ahora, muchas cosas han cambiado... ¿Pero qué son estos extraños sentimientos?
Un estruendo se oye en el exterior de la cabaña y ésta es partida a la mitad por un rayo de energía, que destroza todo cuanto se encontraba en ella y pasa rozando junto al hombro de Inuyasha, que se levanta de un ágil salto y lo esquiva sorprendido. La aldea estaba completamente demolida y una nube de tierra impedía la visibilidad. Pero Inuyasha pudo percibir algo con su olfato, no estaba solo, algo estaba matando gente muy cerca de allí, entre ellos...
Inuyasha: (Pensando) Ese aroma... ¡Es sangre! (Comienza a correr velozmente guiado por el olor y grita con todas sus fuerzas esperando ser oído) ¡Sango, Miroku! ¡Shippou! ¡Respondan maldita sea!
Una sombra se hace visible entre los remolinos de polvo y provoca que Iuyasha se detenga. Era Sango y estaba mal herida. A sus espaldas se podía escuchar a Kirara gruñendo ferozmente contra aquello que los atacaba.
Sango: ¡Inuyasha, cúbrete!
La mujer lanzó su Hiraikotsu con las pocas fuerzas que parecían quedarle y éste pasó sobre Inuyasha, que se había arrojado al suelo, y golpeó a un demonio en forma de araña que se disponía a atacarlo.
Inuyasha: (Acercándose a Sango y ayudándola a ponerse de pie) ¡¿Pero que rayos está sucediendo?! ¿Quién nos ataca y dónde se encuentran todos?
Sango: No... no..lo...No lo sabemos, no dijo su nombre, pero es una enorme bestia parlante con forma de serpiente, que está acompañada por un ejército de demonios. Ahh...(una puntada de dolor la hizo arrodillarse nuevamente) Miroku está peleando junto a Kirara y Shippou se llevó a algunos aldeanos junto con la anciana Kaede a las profundidades del bosque en el que apareció Kagome.
Otro sonido estridente retumbó en la tierra cuando la cola del reptil que Sango mencionaba cayó junto a Inuyasha, quien se volteó para enfrentar al monstruo. La nube se dispersó y una enorme figura quedó expuesta ante Inuyasha. Se trataba de un demonio. Su cuerpo era negro mientras que sus ojos brillaban con un rojo sangre intenso y de sus fosas nasales salía humo color carbón. Dos colmillos afilados ocupaban la mayor parte de su boca, cada uno medía el doble que Inuyasha a cuerpo completo y de sus extremos chorreaban gotas de un veneno mortal, que se convertía en vapor tóxico al tocar la tierra. Era extremadamente larga y en la punta de su cola tenía algo que parecía tratarse de un aguijón.
Al hablar no movió los labios, pero sus palabras se oían raspantes y fuertes.
Serpiente: Jajajajjjjj... assi que ttu eress essse híbrido al que llamann Inuyasha, ¿Dónde se encuentra la portadora de los fragmentos?... mmm... que deceppciónn... essperabaa encontrarr un mejorr oponente jjjajjjaja... ¡Muere! (gritó mientras volvía a intentar golpear con su cola al hombre mitad bestia, que lo esquivó con dificultad)
Inuyasha: (enfurecido) ¡¿Acaso tu demonio infelíz eres el culpable de estos destrozos?! ¡No permitiré que una lagartija como tu se entrometa en la vida de los aldeanos!.¡Y jamás te diré donde se encuentra Kagome! ¡¿Cómo te haces llamar demonio?!
Sango: Inuyasha... ten cuidado con su cola... puede... lanza rayos de energía... no te le acerques demasiado...
Serpiente: Jja... pero que ingenua eres...¡El que lo sssepa no lo ayudará en nnada!... Y por cciertto (dirigiéndose a Inuyasha) puedess llamrme ssserpiente ddel infierno, ¡ya que ess exactamente a donde irass jjajajajajjj....! Luego me encargaré de encontrar a esa muchachita...
La serpiente dirijnió su aguijón hacia Inuyasha y velozmente lanzó un rayo de energía.
Apenas tuvo tiempo de reaccionar, pero en una fracción de segundo Inuyasha había sacado a su fiel espada colmillo de acero y se resguardaba tras ella... Sin embargo el rayo se incrementaba cada vez más e Inuyasha saltó por los aires con Colmillo, que había retornado a ser una vieja espada oxidada a causa del ataque, en sus garras y cayó a unos metros de distancia.
Se levantó difícilmente y con un rápido movimiento consiguió que su espada volviera a transformarse…
Inuyasha: ¡Ja! Pero si sólo eres un monstruo engreído... Aún así has desruído esta aldea y matado gente, eso es algo que...¡No te perdonaré!
Antes de terminar la frase Inuyasha volaba por los aires con Colmillo de acero aferrada fuertemente y en acto de ataque.
Inuyasha: ¡Te destruiré maldito! ¡Viento cortante!
Unas ráfagas de fuego se desprendieron de la espada y formando cuatro filas de poder que destrozaron el cuerpo del monstruo, dejando un líquido púrpura sobre la tierra, que ardía como el ácido.
Inuyasha: Pobre necio... simplemente era demasiado débil para enfrentarse a ...
Sango: ¡Es su excelencia!
Miroku: ¿Sango que ha sucedido?
Sango: Inuyasha destruyó a la serpiente... quería los fragmentos y buscba a Kagome para arrebatárselos...
Miroku: Ya veo... ¿Es eso cierto Inuyasha? ¿Ya ha sido destruído por completo?
Inuyasha: Sí jaja, estaba diciendo lo débil que había resultado... Quizá demasiado...
Miroku: No deberíamos fiarnos, podría tratarse de otra trampa de Naraku, me he encontrado con numerosas avispas venenosas por los alreded...
Una masa gelatinosa negra se formó en cuestión de segundos y se arrojó sobre el rostro Inuyasha, cubriéndo por completo el resto de su cabeza. Los ojos de la criatura se hicieron visibles mientras su prisionero quedaba inmovilizado.
Sango y Miroku: ¡Inuyasha!
Ambos hicieron ademán de acercarse pero la voz de la serpiente los detuvo.
Serpiente: (con ojos como platos) ¡Deténganse! Un movimiento de más y su amigo muere en este mismo instante... (hizo una pausa mientras sus pupilas se movían de un extremo al otro leyendo información) mmm... pero que tenemoss aquí... la sacerdotiza que bussco no pertenece a essta época... ¡Ajá! Veo algo muy inteessante Inuyasha, ¿Acasso desseas protegerrla de un mmodo essspecial?? Jajajjajajajjj... Algo interfiere con mi trabajo... hay algo que me ocultasss...¡Ya esstá! Lo ttengooo jajajjajjjj...
La criatura saltó del rostro de Inuyasha y comenzó a huir velozmente hacia el bosque, mientras tomaba nuevamente la forma de una serpiente.
Sango: Inuyasha, ¿Te encuentras bien?
Inuyasha: (Quien recién se estaba percatando de lo sucedido) ¿Qué? ¡Claro que lo estoy! ¿¡Hacia donde se dirigió ese reptil!?
Mitoku: Deberías ser más amable Inuyasha, le bella Sango sólo se preocupaba por tu bienestar.
Mientras hablaba su mano se posó discretamente sobre el trasero de Sango y ésta enfurecida le devolvió una cachetada.
Sango: (enfurecida) ¡Pero su excelencia! ¡¿Es que nunca puede contenerse?!
Inuyasha: ¡Ya basta los dos! Ahora les exijo que me digan hacia donde se dirijía la serpiente.
Miroku: (señalando hacia el bosque) Tomó esa dirección... cerca de donde...
Sango: (asustada y sorprendida) ¡Dónde se encuentran Shippou, la anciana Kaede y el resto de los ancianos!
Inuyasha: Y también donde se encuentra el pozo que conecta las épocas...(Sus ojos ambarinos se abrieron por completo cuando lo decifró) ¡Va por Kagome! ¡Ahora conoce el modo para traspazarlo!
Miroku: Si eso es cierto debemos apresurarnos... Sango, ¿Te encuentras en condiciones para seguirlo con nosotros?
Sango: Estoy bien... ¡Kirara!
La enorme pantera blanca saltó de entre unos arbustos y se montó en su lomo a Sango y al monje.
Inuyasha: ¡Andando, debemos detenerlo!
Los cuatro emprendieron una veloz carrera en busca del monstruo.
